El tartaguero (Ricinus communis L.), también conocido como tártago o ricino, perteneciente a la familia Euphorbiaceae, es una planta herbácea de gran tamaño llegando a tener porte arbustivo.
Tiene hojas grandes, de morfología palmeada y hendidas de 5 a 9 lóbulos, de bordes dentados irregularmente. De disposición alterna, poseen un pecíolo largo y de color rojizo.
Flores en inflorescencias grandes y terminales, de flores tanto masculinas como femeninas.
Llamativos son los frutos del tartaguero, pues son cápsulas globosas cubiertas de protuberancias a modo de picos blandos.
Su época de floración abarca prácticamente todo el año.
Originaria del África tropical, se encuentra actualmente extendida por las todas las áreas tropicales del planeta. El tartaguero está presente en todas las islas Canarias donde se le introdujo como ornamental y por su uso medicinal a principios del siglo XIX.
En referencia a su uso medicinal, hay que tener en cuenta que los frutos y hojas del tartaguero son extremadamente tóxicas. De las semillas se extrae el aceite de ricino, que es lo que resulta medicinal.
En Anaga su distribución se limita a los márgenes de carreteras, terrenos removidos, núcleos de población y, sobretodo, fondos de barrancos antropizados, donde llega a ser dominante.
En la página web Especies Introducidas en Canarias se nos dice sobre esta especie: “la erradicación de esta especie en Canarias se considera imposible y su control en lugares especialmente sensibles, puede llegar a ser muy costoso”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario