Anaga es un macizo montañoso situado en el noreste de Tenerife con una superficie aproximada de 170 km². Su formación data de 4 a 5 millones de años, convirtiéndolo (junto a Teno y una zona de Adeje) en una de las partes superficiales más antiguas de la isla. Debido a su forma, está considerado por muchos como una península de amplio istmo, y pudo ser en un principio una isla aparte que se unió paulatinamente al resto debido a las erupciones de la dorsal de La Esperanza y a la acumulación de sedimentos en la actual vega lagunera.
Costa norte de Anaga |
Posee una intrincada orografía producto de la constante erosión que ha sufrido desde sus últimas actividades volcánicas hace 3’5 millones de años. El paisaje se caracteriza por tanto por poseer abruptas y escarpadas montañas, profundos valles y barrancos, innumerables barranquillos, islotes, costas acantiladas con algunas playas de arena negra, así como un conjunto de roques, pitones, diques y curiosas formaciones geológicas.
Barranco de Afur |
Palmeral de Caraballo, San Andrés |
En cuanto a la vegetación, el Macizo de Anaga es una de las zonas más ricas del conjunto de la Macaronesia por poseer una importante formación de Monteverde, así como dispersos reductos de los bosques termófilos, extensas zonas de tabaibal-cardonal, vegetación ligada a cursos de agua y una flora rupícola que encuentra en su especial orografía un refugio indiscutible. Asimismo, en él se desarrollan algunas especies de especial interés por crecer únicamente dentro de sus límites.
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