Esta primera fotografía muestra uno de los enclaves boscosos más interesantes y mágicos del macizo: el monte del Pijaral.
Situado en su mayor parte en una hoya bastante sombría, se trata de un monteverde húmedo e higrófilo con barranquillos de curso continuo, una elevada humedad ambiental y una exuberante vegetación. En él se desarrolla una de las representaciones de laurisilva mejor conservadas del mundo, con algunas especies de especial interés por su rareza como son el til —Ocotea foetens— o el sabugo —Sambucus palmensis—.
Su nombre quiere decir 'terreno cubierto de píjaras', y le viene por la abundancia de este tipo de helecho —Woodwardia radicans— de gran tamaño que tapiza el suelo y las laderas húmedas dando un aspecto verdaderamente prehistórico al lugar.
Como curiosidad, este monte se vio afectado por la tormenta tropical Delta, provocando un gran calvero en una de sus zonas y daños a numerosos árboles cuyas huellas aún persisten.
El Pijaral se encuentra inmerso en la Reserva Natural Integral homónima, que incluye otras zonas próximas a este monte como son los roques de Anjua y la cabecera montana del valle de Benijo.
La foto fue tomada cerca del risco denominado Roque Negro, no confundir con el roque y caserío homínimo del valle de Afur, durante una excursión el 2 de agosto de 2007.
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