Litología y estructura de los materiales
«Las coladas basálticas predominan sin duda en todos los edificios antiguos de las islas, y concretamente en el de Anaga.
Los piroclastos abundan en los núcleos del Macizo y están asociados en su mayoría a centros de emisión de la Serie I Media. Estos piroclastos están enrojecidos por fenómenos de oxidación y se encuentran frecuentemente muy soldados. En general son de tipo cínder y escoriáceos, englobando bombas de diferente tamaño. A veces pueden distinguirse cristales de olivino y augita en las fracciones más finas.
Las coladas presentan una amplia gama en cuanto a estructura, potencia y textura, predominando las capas delgadas y escoriáceas, tipo “aa”, y las de carácter aglomerático.
La alteración que presentan en la Serie I Inferior se debe tanto a su antigüedad y consiguiente meteorización como a los efectos de la inyección filoniana.
Las fonolitas constituyen planchas de hasta 100 metros de potencia, que generalmente se localizan en el techo del Macizo. Tales planchas tienen carácter de derrames lávicos unitarios, aunque son frecuentes las de tipo aglomerático, caóticas y muy soldadas. Destacan por su color claro y se encuentran frecuentemente alteradas.
Dentro del edificio antiguo de Anaga se localizan 17 domos sálicos distribuidos por todo el área sin que a primera vista presenten ninguna ordenación aparente. Entre ellos se distinguen varios tipos morfológicos, si bien la mayoría corresponde a diques-domo (Roque de las Ánimas o el Roque de los Pinos). El resto corresponde a otros tipos, así el Roque Anambro es una aguja, el Roque de Enmedio es un posible criptodomo, el Roque de Juan Bay un cumulodomo endógeno, y por último los Roques de Fuera y de Tierra y el Roque Aderno no resultan clasificables al estar muy erosionados y no mostrar relación con las rocas adyacentes.
Sólo aparecen rocas granudas (sienitas, gabros y anfibolitas) masivamente en un afloramiento de la Playa de Benijo. Se trata de rocas muy alteradas y caóticas interrelacionadas con basaltos de la Serie I Inferior.
Como formaciones sedimentarias, además de las típicas playas, muy escasas y depósitos de barranco, hay que destacar la importancia que adquieren en Anaga los derrubios de ladera, que están adosados a los acantilados de la costa Norte. Esta potente formación, que se encuentra actualmente colgada sobre el mar, da idea de una gran actividad erosiva en épocas relativamente recientes.
El análisis fotomorfológico y las observaciones sobre el terreno muestran la existencia de considerables masas de sedimentos detríticos que, atendiendo a su génesis, se pueden clasificar en tres tipos: depósitos de fondo de barranco, derrubios de ladera y glacis coluviales de pie de vertiente. Los derrubios de ladera están esparcidos en todo el ámbito del Macizo, tanto en las zonas bajas como en los sectores de cumbre, donde aparecen colonizados por formaciones de fayal-brezal y laurisilva; ello plantea, dada la altitud de las cumbres (800 m) la existencia de una fase paleoclimática con características de mayor aridez que el clima actual.
Morfología
La dorsal de cumbres determinada por la alineación de los roques Bichuelo, Anambro, Chinobre (910 m) y Pico Limante separa una vertiente Norte, de acusadas pendientes hacia el mar, de las vertientes meridionales ocupadas por valles de cabeceras abruptas y tramos angostos, que constituyen los típicos barrancos. Los principales barrancos se encajan entre elevados contrafuertes que mantienen alturas considerables hasta la costa, por lo que esta es también acantilada en muchos tramos del S y W de la Península.
La acción erosiva, tanto continental como marina, ejercida desde hace largo tiempo (2’5 m.a.), ha convertido este edificio volcánico en un conjunto ruiniforme. La red de drenaje es muy densa y está condicionada por la heterogeneidad de los materiales, entre los que predominan los piroclastos, que facilitan una rápida formación y desarrollo de torrenteras. En ocasiones, los diques y especialmente los pitones, preservan de la erosión algunos cerros, observándose notables ejemplos de erosión diferencial; casos extremos de esta situación son los pequeños islotes que jalonan las costas y particularmente los Roques de Anaga.
Tectónica
Aunque la disposición inclinada de los diques de la Serie I Inferior dan la impresión de un posible basculamiento en la base de Anaga, es más probable que los únicos movimientos en esta zona hayan sido los típicos deslizamientos y asentamientos locales, que no responden a una tectónica regional. Esta última sólo puede deducirse indirectamente como reflejo de fracturas profundas y antiguas por la dirección dominante (NE-SW) de los grandes diques y por la clásica disposición en tejado del eje en el que se concentran los principales centros de emisión».
Fuente: GONZÁLEZ GONZÁLEZ, R., M. C. LEÓN ARENCIBIA & M. J. DEL ARCO AGUILAR (2002). Los Helechos de la Reserva Natural Integral de El Pijaral. Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. S/C Tenerife. 194 pp.
Gracias por esta publicación, Beneharo. Y por el resto, tu blog es una fuente de sabiduría de primer orden. Saludos.
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario y por ser un nuevo seguidor.
ResponderEliminarEn realidad sólo pongo juntos en un sitio los conocimientos que recibo de otros personalizándolos a la región de Anaga, pero te estoy agradecido.
Un saludo.
difundir es importante, iluminar a los que no sabemos Beneharo.. estoy actualmente con la fitosociología de los bejeques de anaga y me interesa especialmente la geología sobre la que crecen que no sólo son taludes de tierra sino coladas, piroclastos y otros materiales basálticos. un saludo y ya conoces que alabo tu gran dedicación a la difusion de flroa y costumbres y paisajes de la bella tierra de anaga
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