Las Teresitas es la playa más importante a nivel turístico del macizo de Anaga, siendo la zona de baño elegida por la mayoría de la población de Santa Cruz de Tenerife.
En esta entrada, y dado lo polémico de esta playa por todos los intereses ocultos y las ilegalidades que rodean su existencia, voy a centrarme en datos de su historia y su descripción actual. Para saber más del “Caso Las Teresitas”, visita www.sanborondon.info.
La actual playa de Las Teresitas descansa sobre las antiguas parcelas de Tras la Arena, Los Moros y Las Teresas, entre otras —de ahí el título de esta entrada, con palabras de la canción Playa de mi infancia del Grupo Folclórico Paiba—; parcelas en que los vecinos de San Andrés habían dividido la playa para diferenciar sus distintas partes. La trasera de la playa estaba cubierta de huertas, sobre todo de plataneras, y cerca del final se levantaba el chalé de los duques de Würtemberg, en el lugar donde hoy sólo quedan una pareja de laureles de Indias.
Las Teresas, de donde deriva hoy su popular nombre, se correspondía con la desembocadura del barranco de la Teresa, en el final de la playa.
Estas playas eran de callaos con algo de arena negra, presentando fuertes corrientes, y en realidad se alargaban desde la Punta del Valle hasta la Punta de los Órganos, cubriendo toda la ensenada de San Andrés.
En los años 70 se ideó el transformarla, queriendo desde Santa Cruz aumentar su superficie y cambiarle la cara. Para ello se entulló, se cubrió de arena rubia traída del Sáhara y se protegió con una escollera cerrada, quedando la actual playa de Las Teresitas.
En los últimos años se ha pretendido volver a cambiarla, pero las trabas judiciales provocadas por el mal hacer del Ayuntamiento ha provocado que se encuentre en un estado de cierto abandono.
No obstante, los lagarteros, vecinos de San Andrés, no han olvidado su vieja playa de arena negra, manteniendo el recuerdo nostálgico e inculcándolo en los jóvenes que, como yo, nunca vimos esa importante parte de nuestro pueblo como la naturaleza la hizo sino en fotos.
La fotografía está tomada desde la Montaña del Valle o Cerro de la Atalaya el 20 de noviembre de 2004.
Cuánta razon tienes, no hay nada como la arena negra...Es esa mania del canario de no aceptar lo que tiene, de querer ser como lo de fuera. No nos damos cuenta, ni con los errores del pasado, de que la pérdida de la idiosincracia del paisaje acabará tambien con la idiosincrasia cultural (si es que queda algo). La homogeneizacion de las costas en dímeros repetidos playa artificial-muelle deportivo que todos los municipios ansían para sí, hace que los distintos pueblos y barrios sean todos iguales, ya no a los de aquí, sino a los de fuera también. Y entonces, ¿qué tendran que ofrecer de particular distinto a los demás al visitante? Nada de nada...mas de lo mismo, y en vez de comer pescadito en la cofradía de pescadores, seguro que tendrás un restaurante de franquicia en el paseo marítimo que se construyó 'porque es una vieja demanda del pueblo' como dicen. en fin, chiquita divagación. Perdón por el ladrillo. Saludos
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