Vegetación de Anaga: La zona costera

Vegetación costera en Anosma

Las costas de gran parte de Anaga se caracterizan por ser rocosas y bastante acantiladas, con excepciones en las bocas de los barrancos donde se forman pequeñas playas de arena negra y callaos.

La vegetación que se desarrolla en esta zona es de porte bajo, tanto herbácea como arbustiva, y de acusada resistencia, ya que debe soportar una alta insolación, un exceso de salinidad en el ambiente y la escasez de suelo propia de los riscos y zonas pedregosas.

Costa norte de Anaga

La zona donde se desarrollan estas plantas se encuentra dentro del denominado piso basal o infracanario, en una franja que se denomina cinturón halófilo-costero, por lo que el cortejo florístico se entremezcla con el de los cardonales y tabaibales.

Aunque el cinturón halófilo se desarrolla en una estrecha franja litoral, es posible encontrar sus especies típicas adentrándose hacia el interior por los barrancos, pues basta con que les llegue el influjo de la maresía. Asimismo, podemos hallarlas a alturas superiores a los 200 m, refugiadas en los riscos de los acantilados costeros tan características del macizo.

Las especies más características de este espacio en Anaga son:

Estrato herbáceo: 

• Patilla, Aizoon canariense
• Lechuga de mar, Astydamia latifolia
• Perejil de mar, Crithmum maritimum
• Espinocillo, Fagonia cretica
• Magarza, Gonospermum revolutum
• Siempreviva de mar, Limonium pectinatum
• Corazoncillo de costa, Lotus glaucus
• Escarcha, Mesembryanthemum crystallinum
• Cosco, Mesembryanthemum nodiflorum
• Marmojaya, Patellifolia procumbens
• Cerraja, Reichardia ligulata

Estrato arbustivo:

• Magarza de costa, Argyranthemum frutescens
• Romero marino, Campylanthus salsoloides
• Tomillo marino, Frankenia ericifolia
• Espino de mar, Lycium intricatum
• Brusca, Salsola divaricata
• Salado, Schizogyne sericea

Tarajales en el barranco de Almáciga

Una mención aparte merecen los bosquetes de tarajal Tamarix canariensis que se desarrollan en las desembocaduras arenosas de algunos barrancos. Se trata de un bosquete-matorral de interior oscuro, de aspecto intrincado y con el suelo cubierto de abundante hojame u hojarasca. Aunque antiguamente abundaban en toda Anaga, hoy son visibles sobre todo en la banda norte —costa de Taganana, Almáciga, Benijo y Roque Bermejo—.

En cuanto a la conservación de la vegetación costera hay que indicar que se mantiene bastante en la banda norte del macizo y en la Punta de Anaga, estando en la costa sur mucho más restringida y deteriorada por la acción humana, y el desarrollo urbanístico e industrial, aunque en los riscos de la Altura de Paso Alto se puede ver aún una comunidad relíctica de esta interesante flora.