La Reserva Natural Integral del Pijaral

Situación de la reserva

Este es el segundo espacio protegido de estas características de Anaga.

Fue declarada por la Ley 12/1987, de 19 de junio, de Declaración de Espacios Naturales de Canarias, como parte del parque natural de Anaga, y reclasificado a su actual categoría por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias.

La reserva posee una superficie de 300’7 hectáreas, con un rango altitudinal de entre 300 m hasta los 910 m del Chinobre, con importantes laderas empinadas y algunos roques característicos —Anambro, Limante, Chinobre, Anjua,...—, si bien la mayoría de estos últimos se localizan en sus límites. 

Roque Anambro

La Reserva del Pijaral cuenta con una variedad de hábitats en muy buen estado de conservación, casi sin elementos antrópicos. Entre estos destacan la excelente muestra de laurisilva que presenta en toda su extensión superior al recibir la influencia de los Alisios, convirtiendo la zona en un área de captación hídrica importante, y las zonas termófilas y xéricas de los límites inferiores de la Reserva, con algunos elementos florísticos notables.

Interior del monteverde

En estos hábitats se desarrollan una gran cantidad de especies vegetales nativas y, en algunos casos, casi exclusivas del lugar: el sabugo Sambucus palmensis, la esparraguera de monte Asparagus fallax, el til Ocotea foetens, el cabezón de Taganana Cheirolophus tagananensis, el corregüelón Convolvulus fruticulosus, el trébol de risco Dorycnium broussonetii, la tabaiba de monte Euphorbia mellifera, el marmulán Sideroxylon canariensis, violeta de Anaga Viola anagae, etc., además de una veintena de especies de helechos. 

Asimismo, la fauna, principalmente invertebrada, es extremadamente rica en endemismos. Entre las aves destaca sobre todo la paloma turqué Columba bollii; y entre los mamíferos la presencia del murciélago Pipistrellus maderensis.

Cumbres de la Reserva

La Reserva del Pijaral toma su nombre del monte homónimo existente en su parte occidental, aunque la reserva se extiende desde el Cabezo de Paiba hasta el Cabezo del Tejo.

Está declarada, como el resto del Parque Rural de Anaga, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), así como Zona Especial de Conservación (ZEC).

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Fuente consultada: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, Gobierno de Canarias.